VIGILIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DEL 7 DE DICIEMBRE DE 2019

Canto de entrada

            Ave, llena de gracia, Ave María Ave, dulce María, Madre de Dios.

            El Señor, el Señor a ti eligió, María el Señor a ti eligió, María.

            Y bendito, el fruto de tu seno, María el fruto de tu seno, María

Motivación inicial

Hay realidades que no se descubren hasta que se ven sus efectos. Hay acontecimientos que, aunque pueden cambiar la historia, quedan ignorados en el momento en que tienen lugar. Lo más hermoso de la vida, y también lo más terrible, acontece tantas veces en lo escondido.

En el silencio de los tiempos, en el anonimato y en el secreto del espacio más íntimo, Dios actúa discreto, amoroso, con mimo de artesano a la hora de infundir en la criatura privilegiada, escogida para ser su madre, el alma limpia de toda mancha.: María

Nadie fue testigo de esta acción, no se cuenta que el cielo se estremeciera, ni que los ángeles cantaran, y sin embargo, el nuevo tiempo, la nueva tierra comenzaron con la concepción inmaculada de la hija de Joaquín y de Ana.

La celebración de la Inmaculada Concepción nos invita en este día a agradecer a Dios su acción misericordiosa en María, y también a elevar nuestro Magníficat. La celebración de la Inmaculada nos enseña así el modo de obrar de Dios, discreto, humilde, sencillo, a la vez que transformador. Para conseguirlo, pediremos la ayuda de María Inmaculada.

                                                           CANTO :

Quiero darte gracias Porque con tu gran amor

Tu me has dado Madre El secreto de la vida

En tu corazón Ocultaste tu dolor Solo tu sonrisa Descubriste para mí.

GRACIAS PORQUE TU ME HAS DADO LA VIDA

MIENTRAS EN TI SOLO HABÍA DOLOR

MADRE, HOY MI ALMA TE DICE GRACIAS, GRACIAS POR TU AMOR

Si tal vez mañana No estaré cerca de ti Quedará tu amor  Una luz dentro de mi

No macular la Inmaculada.

*Perdónanos María, por tanto como te hemos desfigurado. No fue mala voluntad, sino fruto del cariño. Pero así somos los hombres: que parece que no podemos querer si no es configurando al otro a imagen de nuestros pequeños deseos… así te decimos Reina a Ti, la que cantaba a Dios porque derriba a los poderosos de sus tronos.

*Te atiborramos de alhajas a Ti, que nunca llevaste más brillo que el de tu propia limpieza.

Te hicimos aparecer a unos y a otros para condenar revoluciones y afanes de progreso, a Ti que callabas siempre. Sólo hablaste una vez para pronunciar las palabras más subversivas de la historia.

*Compréndelo María: ¿Puede un hijo resignarse a saber tan poco de su madre?

De Ti sólo sabemos que callabas, que guardabas en tu corazón lo que no entendías, pero “estabas”:   allí, al pie de aquel patíbulo que recapituló todas las cruces de la historia.

*Nosotros no entendimos tu silencio, No supimos que él es quien te enseñó a decir “hágase”, y a alabar al Señor porque mira a lo humillados, y es el Dios de los pobres, y despide vacíos a los ricos, los poderosos y los fatuos.

*Enséñanos, al menos, a creer en ese Dios, y en ningún otro, ni aunque nos lo prediquen los ministros de la Iglesia y aunque esa fe nos obligue a decir “hágase” muchas veces.

Perdónanos Madre si muchas veces hemos ocultado tu pureza y sencillez y déjanos contar contigo, que nuestra alma glorifique al Señor porque te hizo.

                                                CANTO :

Alégrate, Alégrate, Alégrate  Alégrate María. Alégrate, Alégrate, Alégrate  Alégrate María
Llena de gracia Llena de gracia Llena de gracia Llena de gracia
El Señor esta contigo El Señor esta contigo El Señor esta contigo El Señor está contigo

Alégrate, Alégrate, Alégrate  Alégrate María. Alégrate, Alégrate, Alégrate  Alégrate María

Lectura del evangelio de Lucas: LC 1, 26-38 (La anunciación de María)

26 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» 29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. 32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» 34 María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» 35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. 36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, 37 porque ninguna cosa es imposible para Dios.» 38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se fue.

Pequeñas orientaciones para meditar el Evangelio de la Anunciación.

El relato que escuchamos se sitúa hace más de dos mil años. El escenario era un mundo muy diferente al que conocemos hoy. Una joven mujer, María, se convierte en protagonista de una historia escondida y grandiosa. Sobre ella adviene una inédita llamada de Dios.

Una llamada difícil no sólo de responder sino incluso de entender. Y muchas, demasiadas cosas en contra de un “sí”. Una propuesta grande, por que la rodeaba un mundo que podría condicionar su respuesta. Su “sí” supondría enfrentarse a la incomprensión y el rechazo, a ser tachada incluso de adúltera con la consiguiente exclusión social y la más que probable lapidación. María, colgada de su fe, se arriesga fiándose.

En el seno de aquella sociedad que excluía a las mujeres, en muchos aspectos injusta, discriminadora, enferma… Dios pide a María que tome una decisión desde el riesgo de la fe. ¿Su respuesta? :    “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”.

*Todo es posible…. para el que cree.

El mecanismo más diabólico es aquel que nos arrebata la capacidad de creer, de confiar, de fiarnos. En cambio el mecanismo más divino es aquel que nos convierte en personas confiadas, abiertas a la novedad, entusiastas con la utopía.

*La figura central es María, la joven mujer de Nazaret. Lucas nos la presenta sin títulos, sin currículum, sin familia, incluso sin méritos; solo sencilla y fiel.  Lucas, Evangelista dado a presentar a los personajes con una breve referencia  o notas biográficas mas o menos extensas (p.e. José de la casa de David)… nada nos dice sobre María.

*Sin embargo, esta mujer goza de la gracia de Dios. Dios pone en ella sus ojos y se deja embelesar por ella. No se sabe si María está llena de gracia por su inmediato futuro o por todo su pasado. Quizá para Dios todo forme una unidad. Pasado, presente y futuro están incluidos en la expresión: “Has hallado gracia a los ojos de Dios… El Señor está contigo”.

María se estremece ante el mensajero divino. Ese estremecimiento indica que María no vivía en medio de visiones y de claridades. Recorría el mismo camino de fe que nosotros recorremos. Tampoco para ella Dios era evidente. Se estremeció y se preguntaba por el significado de todo aquello.

*El mensajero le dice que “no tema”. Pero lo que el mensaje le transmite es temible: que va a quedar embarazada, que va a dar a luz un hijo… sin padre, que va a ser hijo de Dios. En este breve instante puede cambiar toda su vida, todos sus proyectos de vida y de familia. Sí. Hay momentos decisivos en la vida en los que todo puede cambiar. Y todo depende de un hilo: la propia decisión. .

*María es invitada a decidirse, a optar. Dios le promete su ayuda. Pero como todas las promesas de Dios, deben ser acogidas en la fe más absoluta. Su “sí” da inicio a una nueva familia, la familia de Jesús. Esta culminará en la gran familia de los que escuchan la Palabra y la ponen en práctica, los hermanos y hermanas de Jesús.

           “Yo te di a mi Hijo y al Espíritu Santo y a esa Virgen. ¿Qué me puedes dar tu a mi?

 Ponemos en común…Expresamos nuestra lectura del Evangelio, nuestro compromiso, nuestra petición o nuestra expresión de gratitud.

          ►Proclamemos con convencimiento nuestro “MAGNIFICAT”

1.- Yo canto al Señor porque es grande, me alegro en el Dios que me salva,

     feliz me dirán las naciones, en mí descansó su mirada.

      Unidos a todos los pueblos,   cantamos al Dios que nos salva.

2.- Él hizo en mí obras grandes, su amor es más fuerte que el tiempo,

triunfó sobre el mal de este mundo, derriba a los hombres soberbios.

3.- No quiere el poder de unos pocos, del polvo a los pobres levanta,

dio pan a los hombres hambrientos, dejando a los ricos sin nada.

4.- Libera a todos los hombres, cumpliendo la eterna promesa

que hizo en favor de su pueblo, los pueblos de toda la tierra.

           ►Con la misma aceptación e incertidumbre que María siente en el momento de la Anunciación nos atrevemos a decir :  Padrenuestro…

 Oración ( tomada del Papa Juan Pablo II. México 1979).

Aclamamos entre párrafos: BENDITA TÚ ENTRE LAS MUJERES  Y BENDITO EL FRUTO DE TU VIENTRE

♥ ¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!

Tu, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión

a todos los que solicitan tu amparo;

escucha la oración que con filial confianza te dirigimos

y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.

♥ Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,

a Ti, que sales al encuentro de nosotros los pecadores,

te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.

Te consagramos también nuestra vida,

nuestros trabajos, nuestras alegrías,

nuestras enfermedades y nuestros dolores.

♥ Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;

ya que todo lo que tenemos y somos

lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

Queremos ser totalmente tuyos

y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad 3

a Jesucristo en su Iglesia:

no nos sueltes de tu mano amorosa.

♥  Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso,

protege a nuestras familias,

para que estén siempre muy unidas,

y bendice  nuestros hogares y familias

que en ellos impere la gracia de amar y de respetar la vida que comienza,

con el mismo amor con el que concebiste en tu seno

la vida del Hijo de Dios.

♥ Esperanza nuestra, míranos con compasión,

enséñanos a ir continuamente a Jesús

y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver a Él,

mediante la confesión de nuestras culpas y pecados

en el Sacramento de la Penitencia, que trae sosiego al alma.

Oración conclusiva (Ministro)

► Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,

con nuestros corazones libres de mal y de odios,

ayúdanos a llevar a todos los hombres la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,

que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,

vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

CANTO:

Mientras recorres la vida, tu nunca solo estás,

contigo por el camino, Santa María va.

 Ven con nosotros al caminar, Santa María ven.(2)

Aunque te digan algunos, que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.

Si por el mundo los hombres, sin conocerse van, no niegues nunca tu mano al que contigo está.

Aunque parezcan tus pasos, inútil caminar, tu vas haciendo caminos, otros los seguirán.

FELIZ ADVIENTO A TODOS. Velad, estad atentos… el Señor está muy cerca ya.

– No podemos decir “Padre” si no demostramos en nuestras vidas de cada día que somos sus hijas e hijos.

TODOS: “PADRE”

No podemos decir “nuestro” si vivimos en un aislamiento espiritual y no nos damos cuenta de que todos los seres humanos somos hermanos.

TODOS: “PADRE NUESTRO”

No podemos decir “que estás en los cielos” si pensamos sólo en cosas terrenas y no alzamos la mirada hacia el misterio de la vida.

TODOS: “PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS”

No podemos decir “santificado sea tu nombre” si no nos interesamos por la gloria de Dios, y si nuestras conductas no honran su nombre.

TODOS: “SANTIFICADO SEA TU NOMBRE”

No podemos decir “venga tu Reino” si no hacemos todo lo posible por acelerar el advenimiento del Reino de Dios o si lo confundimos con el éxito terreno o el bienestar material.

TODOS: “VENGA A NOSOTROS TU REINO”

– No podemos decir “hágase tu voluntad” si no tratamos de descubrir desde  el punto de vista de Dios el valor de cada cosa y si no tratamos de identificarnos siempre con sus intenciones.

TODOS: “HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO”

No podemos decir “danos hoy nuestro pan de cada día” si no tomamos conciencia de que todo lo que nos hace vivir viene de Dios y si no nos importa que los demás pasen hambre.

TODOS: “DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA”

No podemos decir “perdona nuestras ofensas” si conscientemente alimentamos resentimientos hacia otros o si no cultivamos en nosotros la voluntad de perdonar.

TODOS: “PERDONA NUESTRAS OFENSAS COMO NOSOTROS PERDONAMOS A QUIENES NOS OFENDEN”

No podemos decir “no nos dejes caer en la tentación” si deliberadamente aceptamos situaciones que puedan ocasionarnos el riesgo de caer en la tentación y en el olvido de Dios.

TODOS: “NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN”

No podemos decir “líbranos del mal” si no estamos atentos a todos los males que pueden separarnos de nuestros hermanos y si no estamos prontos a luchar contra ellos con todas las fuerzas.

TODOS: “LÍBRANOS DEL MAL”

No podemos decir “AMEN” si no hemos recitado con convencimiento las palabras del PADRE NUESTRO.

TODOS: “AMÉN”

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VIGILIA DE LA INMACULADA 2019