La música y el canto en la celebración

Al entender el ritual de la Eucaristía y de la liturgia es más fácil saber si nuestros cantos son adecuados para el mejor acompañamiento de la misma. En promedio se ejecutan alrededor de 10 cantos. La cantidad oficial de cantos depende de varios factores:

  • tipo de liturgia (Misa dominical, sacramental, etc.)
  • el tiempo litúrgico
  • del tiempo establecido de la duración del servicio
  • preferencias del celebrante
  • del lugar o región donde se encuentren para la ejecución de los cantos apropiados

Las partes cantadas de la Misa

Canto de entrada

El cántico de entrada es para invitar a la gente a entrar al Templo. Por lo regular es una marcha de carácter alegre y festivo (salvo en cuaresma) que inicia tan pronto el Sacerdote, sus ministros y lectores están listos para entrar, justo al terminar de leerse la monición. El cántico debe terminar tan pronto el Sacerdote esté listo para iniciar la celebración.

Señor ten piedad

Su nombre original es Kyrie Eleison, y es un canto para pedir perdón. Este canto es una invocación a Cristo, Salvador nuestro, a quien pedimos se apiade de nosotros, reconociendo su Señorío.

Gloria

De cantarse el Gloria, es inmediatamente después de terminar el “Señor ten piedad”.

El Gloria es un himno del siglo II con el cual la Iglesia, reunida en el Espíritu Santo, alaba al Padre y suplica al Hijo, cordero y mediador. Cuando se canta es un canto alegre y majestuoso en su ejecución. El Gloria no se canta en los tiempos de Adviento y Cuaresma.

Salmo responsorial

El salmo es una meditación de la Palabra recién escuchada, un volver a pensar en lo mismo, pero en estilo poético y lírico. Salmodiar es cantar “Palabra Divina” Los salmos fueron escritos para ser cantados.

Aclamación del Aleluya

El Aleluya se canta como un canto de preparación antes de la lectura del Evangelio. No se canta en Cuaresma.

El “Aleluya” es un canto de toda la asamblea acompañado de un versículo introductorio al Evangelio. Es el canto con el cual los fieles se disponen, de una manera solemne, festiva y jubilosa, a encontrarse fuertemente con el Señor por medio de su Evangelio.

Este canto debe ser festivo (sin descuidar su carácter solemne), y debe invitar a todos, sin excepción, a entonarlo con alegría.

Presentación de dones

En la presentación de los dones, ofrecemos a Dios el pan y el vino que el Espíritu Santo convertirá en el Cuerpo y la Sangre del Señor.

Junto a éstos van nuestro trabajo y nuestro esfuerzo, vamos nosotros mismos.

Enfatizamos el aspecto entrega, o bien la alegría de sabernos hermanos reunidos en torno a Cristo.

Puede ser un himno que prolongue el contenido entregado por Dios en la Palabra o el que se está viviendo en determinado tiempo litúrgico.

Santo

Previo a la Eucaristía, llega el momento de cantar el Santo. El Santo es un canto de corte solemne más no por ello triste. Es un canto de bendición y alabanza de toda la creación a su Dios creador. Es una aclamación con la que TODA la Asamblea, uniéndose a las potestades celestiales, canta la Santidad de Dios.

Padre Nuestro

El Padre Nuestro es uno de los más grandes tesoros de la Iglesia primitiva. No tiene que ser cantado siempre, pero si se canta, debe ser con el corazón, sin prisa, meditando cada palabra que vamos pronunciando. La comunidad debe saber perfectamente la melodía

Saludo de la paz

El canto para el saludo de la paz es opcional. Si el sacerdote baja a dar la paz al pueblo, sería bueno tener un cántico para ese momento. Suele ser alegre, que transmite el mensaje de paz. Es importante observar que durante el saludo de la paz no se canta el Cordero y que el cántico de la paz no es más importante que el Cordero ni lo sustituye.

Canto de Comunión

La comunión es la culminación natural de toda la Misa, por lo cual toda la Asamblea deberá participar. Se hace una procesión que manifiesta el ir al encuentro con Cristo. La procesión se acompaña con la unidad de las voces que cantan.

El canto deberá expresar la alegría del corazón que va a recibir a Cristo, la relación tan grande y tan íntima con el Señor, la relación de unidad de todos los que comen juntos el mismo Pan.

El himno debe comenzarse cuando el Sacerdote comulga y continuar hasta que termine el último de los fieles.

Cuando se ha terminado la distribución de la comunión, el Sacerdote y los fieles pueden orar en silencio. O si se prefiere, se puede cantar, siempre y cuando sea una participación de toda la Asamblea.

Rito de Salida

La salida no es parte de la acción litúrgica. La frase “Pueden ir en Paz” es la última fórmula de la Celebración. La salida puede ser en silencio. Si se canta, debe procurarse que sea un canto de Acción de Gracias o de Alabanza, que realmente “acompañe” la salida de la Asamblea.

Cantar a la Virgen es quizás el canto más recurrido en esta última etapa de la ceremonia.

Nuestro Coro Parroquial

La Parroquia cuenta con un Coro Parroquial. Suele participar en las celebraciones solemnes y festivas de la Parroquia, así como en casi todas las Eucaristía de los domingos a las 12.30h.

Además la Parroquia cuenta con la colaboración de organistas que suelen animar las celebraciones tanto si está como si no está el Coro Parroquial presente.

Además se cuenta con hojas de cantos para que toda la Asamblea pueda participar en las celebraciones litúrgicas.