LA CELEBRACIÓN TUVO LUGAR  EL VIERNES 15 DE ABRIL A LAS 18 HORAS.

FUE OFICIADA POR DON JOSÉ ANTONIO Y DON RAMÓN, ASISTIDOS POR JERÓNIMO Y LOS ACÓLITOS ASISTENTES DEL ALTAR.

LA CELEBRACIÓN DE HOY TIENE TRES PARTES, LA LECTURA DE LA PALABRA, LA ADORACIÓN DE LA CRUZ Y LA COMUNIÓN. NO SE CELEBRA LA EUCARISTÍA.

DESPUÉS DE LA MONICIÓN DEL MONITOR (JOSÉ M.), RECIBIMOS EN SILENCIO AL SACERDOTE QUE AL LLEGAR A LOS PIES DEL ALTAR SE POSTRA ANTE ÉL, MIENTRAS TODOS HACEMOS UN RATO DE ORACIÓN CON ÉL.

UNA VEZ EN EL ALTAR, EL SACERDOTE PRONUNCIA LA SIGUIENTE  ORACIÓN:

Recuerda, Señor, tus misericordias, y santifica a tus siervos con tu eterna protección, pues Jesucristo, tu Hijo, por medio de su sangre instituyó en su a favor el Misterio pascual.
Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

DESPUÉS DA PASO A LAS LECTURAS DEL DÍA.

LITURGIA DE LA PALABRA

Lecturas:

Is 52, 13-53, 12. Desfigurado, no parecía hombre ni tenía aspecto humano.

Sal 30, 2.6.12-13.15-16.17.25. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.

Heb 4, 14-16; 5, 7-9. Experimentó la obediencia y se ha convertido en causa de salvación para todos los que obedecen.

DESPUÉS DE LA MONICIÓN DE JOSÉ M.  SOBRE LAS LECTURAS, CARMEN Y ROSA LEEN LAS LECTURAS DEL DÍA, SEÑALADAS MÁS ARRIBA,  SIENDO EL CORO EL QUE CANTA EL SALMO 30, “PADRE A TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”.

PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN JUAN

Jn 18, 1-19, 42. Está cumplido.

A CONTINUACIÓN, EL EVANGELIO ES PROCLAMADO POR DON JOSÉ ANTONIO, DON RAMÓN Y AMPARO G., QUE LEEN LA PASIÓN DE CRISTO SEGÚN SAN JUAN.

EN EL MOMENTO DE LA LECTURA EN QUE JESÚS “ENTREGÓ SU ESPÍRITU” TODOS NOS POEMOS DE RODILLAS, CONTINUANDO DESPUÉS CON LA LECTURA DE LA PASIÓN.

HOMILÍA

DON JOSÉ ANTONIO, PRONUNCIA LA HOMILÍA, QUE SE PUEDE ESCUCHAR COMPLETA EN EL AUDIO SIGUIENTE Y DESCARGAR PINCHANDO AQUÍ.

ORACIÓN UNIVERSAL

La liturgia de la Palabra concluye con la oración universal, que se hace de esta manera: el Vicario Don Ramón, desde el ambón, pronuncia las invitaciones que expresan la intención. Después todos oran en silencio durante un espacio de tiempo, y seguidamente el sacerdote, Don José Antonio,  desde la sede, con las manos extendidas dice la oración correspondiente. El pueblo responde a cada una de las peticiones: Amén

La oración se desarrolla de la manera siguiente:

I. POR LA SANTA IGLESIA
Oremos, hermanos, por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor
le dé la paz, la mantenga en la unidad, la proteja en todo la tierra, y
a todos nos conceda una vida confiada y serena, para gloria de Dios, Padre todopoderoso.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo manifiestas tu gloria a todas las naciones, vela solícito por la obra de tu amor, para que tu Iglesia, extendida por todo el mundo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

II. POR EL PAPA
Oremos también por nuestro santo padre el Papa Francisco, para que Dios, que lo llamó para el orden episcopal, lo asista y proteja para bien de la Iglesia como guía del pueblo santo de Dios.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, cuya sabiduría gobierna todas las cosas, atiende bondadoso nuestras súplicas y guarda en tu amor a quien has elegido como papa, para que el pueblo cristiano, gobernado por ti, progrese siempre en la fe bajo el cayado del mismo pontífice. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

III. POR TODOS LOS MINISTROS Y POR LOS FIELES
Oremos también por nuestro obispo Antonio, por sus obispos auxiliares, por todos los obispos, presbíteros, diáconos, por todos los que ejercen algún ministerio en la Iglesia y por todo el pueblo de Dios.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, cuyo tu Espíritu santifica y gobierna todo el cuerpo de la Iglesia, escucha las súplicas que te dirigimos por tus ministros, para que con la ayuda de tu gracia, todos te sirvan con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

IV. POR LOS CATECÚMENOS
Oremos también por nuestros catecúmenos, para que Dios nuestro Señor les los oídos del espíritu y la puerta de la misericordia, de modo que, recibida la remisión de todos los
pecados por el baño de la regeneración, sean incorporados a
Jesucristo, nuestro Señor.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, que haces fecunda a tu Iglesia, dándole constantemente nuevos hijos, acrecienta la fe y la sabiduría en nuestros catecúmenos, para que, al renacer en la fuente bautismal, sean contados entre tus hijos de adopción. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

V. POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
Oremos también por aquellos los hermanos que creen en Cristo, para que Dios nuestro Señor asista y congregue en una sola Iglesia a cuantos viven de acuerdo con la verdad.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, que vas reuniendo a tus hijos dispersos
y velas por la unidad ya lograda, mira con amor a la grey de tu Hijo, para que la integridad de la fe y el vínculo de la caridad congregue a cuantos consagró un solo bautismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

VI. POR LOS JUDÍOS
Oremos también por el pueblo judío, el primero a quien habló el Señor Dios nuestro, para que acreciente en ellos el amor a su nombre y la fidelidad a la alianza.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y a su descendencia, escucha con piedad las súplicas de tu Iglesia, para que el pueblo de la primera alianza llegue a conseguir en plenitud de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

VII. POR LOS QUE NO CREEN EN CRISTO
Oremos también por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu Santo, puedan encontrar el camino de la salvación.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo encontrar la verdad  al caminar en tu presencia con sincero corazón, y a nosotros, deseosos de ahondar en el misterio de la vida, ser ante al mundo testigos más convincentes de tu amor y crecer en la caridad fraterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

VIII. POR LOS QUE NO CREEN EN CRISTO
Oremos también por los que no conocen a Cristo, para que merezcan llegar a él por la rectitud y sinceridad de su vida.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, que creaste a todos a los hombres
deseándote siempre, te busquen y cuando te encuentran, descansen en ti, concédeles, en medio de sus dificultades, que los signos de tu amor y el testimonio de las buenas obras de los creyentes los lleven al gozo de reconocerte como el único Dios verdadero y Padre de todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

IX. POR LOS GOBERNANTES
Oremos también por los gobernantes de todas las naciones, para que Dios nuestro Señor, según sus designios, los guíe en sus pensamientos y decisiones hacia la paz y la libertad de todos los
hombres.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, en tu mano están los corazones de los hombres y los derechos de los pueblos, mira con bondad a los que nos gobiernan, para que, en todas partes se mantengan, por tu misericordia, la prosperidad de los pueblos, la paz estable y la libertad religiosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

X. POR LOS ATRIBULADOS
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al mundo de todas los errores, aleje las enfermedades, destierre el hambre, abra las prisiones injustas, rompa las cadenas, conceda seguridad a los caminantes, el retorno a casa a los peregrinos, la salud a los enfermos y la salvación a los moribundos.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el sacerdote:

Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fuerza de los que sufren, lleguen hasta ti las súplicas de quienes te invocan en su tribulación, para todos sientan en sus adversidades el gozo de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

 ADORACIÓN DE LA CRUZ

A CONTINUACIÓN, SEÑALA EL MONITOR, NOS DISPONEMOS A RECIBIR LA SANTA CRUZ. LLEGA DE MANOS DE JOSÉ LUIS P. ACOMPAÑADO POR TERESA Y CHARO. HACEN ENTREGA DE ELLA A DON JOSÉ ANTONIO QUE  LA RECIBE A LOS PIES DEL ALTAR Y ENTONA POR TRES VECES EL “MIRAD EL ARBOL DE LA CRUZ, DONDE ESTUVO CLAVADA LA SALVACIÓN DEL MUNDO” Y AL QUE TODOS RESPONDEMOS “VENID A ADORARLO”. DESPUÉS DE ADORARLA LOS MINISTROS Y ACÓLITOS, ES COLOCADA EN EL LUGAR DISPUESTO PARA ELLO PRESIDIENDO EL ALTAR.

A CONTINUACIÓN, DEBIDO A LAS CONDICIONES SANITARIAS, ES ADORADA POR TODOS LOS FIELES, SIN TOCARLA, SIMPLEMENTE CON UNA INCLINACIÓN DE CABEZA O UNA GENUFLEXIÓN, MIENTRAS EL CORO ENTONA “EN LA CRUZ ESTÁ LA VIDA Y EL CONSUELO”, “PUEBLO MÍO QUE TE HE HECHO” Y “TE ENSALZARÉ SEÑOR PORQUE ME HAS LIBRADO”. MIENTRAS SE CANTA “EL SEÑOR ES MI FUERZA”  SE PROCEDE A LA COLECTA QUE HOY ESTÁ DESTINADA CON CARÁCTER UNIVERSAL AL MANTENIMIENTO DE LOS SANTOS LUGARES.

COMUNIÓN

JOSÉ M., EL MONITOR, RECUERDA QUE HOY NO SE CELEBRA LA EUCARISTÍA POR LO QUE NO HAY CONSAGRACIÓN. DON RAMÓN SE DESPLAZA AL SAGRARIO DONDE ESTA GUARDADO EL CUERPO DE CRISTO, PARA TRAERLO Y DAR LA COMUNIÓN.

MIENTRAS, LOLA Y AMALIA,  VISTEN ADECUADAMENTE EL ALTAR QUE HASTA EL MOMENTO LUCÍA DESNUDO.

DESPUÉS DEL REZO DEL PADRENUESTRO SE DISTRIBUYE LA COMUNIÓN.

ORACIÓN Y BENDICIÓN FINAL

EL MONITOR  RECUERDA  LAS CELEBRACIONES DE  SÁBADO SANTO.  DON JOSÉ ANTONIO DICE:

Oremos: Dios todopoderoso y eterno,
que nos has renovado con la gloriosa muerte y resurrección de tu Ungido,
continúa realizando en nosotros, por la participación en este misterio, la obra de tu misericordia, para que vivamos siempre entregados a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

A CONTINUACIÓN, CON LAS MANOS EXTENDIDAS, IMPARTE LA BENDICIÓN DEL SEÑOR DICIENDO:

Descienda, Señor, tu bendición abundante sobre tu pueblo que ha celebrado la muerte de tu Hijo con la esperanza de su resurrección; llegue a él tu perdón, reciba el consuelo, crezca su fe y se afiance en él la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/. Amén.

ABANDONAN EL ALTAR, HACIENDO LA GENUFLEXIÓN ANTE LA CRUZ Y  DANDO POR TERMINADA LA CEREMONIA EN SILENCIO.

Después de la celebración se desnuda el altar, pero dejando sobre él la cruz
con dos candeleros.