Séptimo día de viaje por alta mar. Hoy ha sido un día intensísimo. Una marcha preciosa, por unos parajes de ensueño. El esfuerzo ha sido grande, pero la recompensa ha sido mayor: hemos descansado y hemos tomado nuestros refrescos, helados, papas… En resumen: hemos obtenido el botín tan esperado y deseado, pues todo sacrificio tiene su beneficio.
Y también hemos disfrutado de la compañía de nuestros compañeros.
Mañana la vuelta. Mucho más cómoda y corta. Ya les contaremos