San Antonio Abad nació el 12 de enero de 251 en Heracleópolis Magna, Egipto y falleció el 17 de enero de 356, Egipto.
Hijo de acaudalados campesinos, se sintió conmovido por las palabras de Jesús: “Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres…”
San Antonio Abad distribuyó todos sus bienes entre los pobres y se retiró a la soledad del desierto, en Egipto, donde llevó una vida ascética, adiestrándose en las prácticas eremíticas, llegando incluso a fijar su residencia entre unas antiguas tumbas. Trabajó para reforzar la acción de la Iglesia, sostuvo a los confesores de la fe durante la persecución del emperador Diocleciano y apoyó a san Atanasio contra los arrianos.
Pronto su ascetismo se propagó y se le unieron tantos discípulos, que organizó en comunidades de oración y trabajo, lo que le mereció ser considerado fundador del movimiento eremítico.
Dejando sin embargo esta exitosa obra, se retiró a una soledad más estricta en el desierto, llegando a conciliar la vida solitaria con la dirección de un monasterio.
San Antonio fue reiteradamente tentado por el demonio en el desierto.
La bendición de animales por San Antonio Abad, cuya festividad se celebró el viernes 17 de enero en Valencia, se remonta al siglo XIV, en concreto a 1333 cuando la Orden Hospitalaria de San Antonio se instala en Valencia.
San Antonio se convirtió en ermitaño y una leyenda le convirtió en patrón de los animales en todos el mundo, ya que se asegura que los atendió y defendió como nadie. De hecho, en muchas de sus imágenes aparece junto a un cerdo pequeño, motivo por el cual en Valencia es conocido como Sant Antoni del Porquet (o el del porquet).
Es patrono de la Isla de Menorca, tejedores de cesta, carniceros, Ermitaños, enterradores y porquerizos
Es venerado, en la Iglesia Católica, Iglesia Ortodoxa, Iglesias Ortodoxas Orientales e Iglesia Anglicana.
La orden religiosa Hermanos Hospitalarios de San Antonio, está bajo su advocación.
En el domingo más próximo a la fecha de su celebración, el 19 de enero, se reunió nuestra comunidad en un día lluvioso y desapacible para celebrar la Eucaristía, y al término de la misma hacer viva dicha tradición. Numerosos fieles, especialmente niños, acudieron con sus mascotas para que fueran bendecidas. El tiempo obligó a que la bendición se tuviera que celebrar en el interior del templo.
La misa fue cantada por el coro parroquial.
Se adjuntan a continuación los audios de los diversos momentos de la Misa, así como las instantáneas de los momentos más relevantes.
ENTRADA
LECTURAS Y EVANGELIO
HOMILÍA
LITURGIA EUCARÍSTICA
BENDICIÓN DE LOS ANIMALES