El viernes 8 de febrero tuvo lugar en el Salón parroquial la celebración de la Cena del Hambre, con el fin, por un lado de hacernos reflexionar sobre la realidad que existe en el mundo sobre el hambre y por otro con el de dedicar lo recogido a la campaña contra el hambre de Manos Unidas que tuvo lugar durante ese fin de semana. Realmente todo el acto fue un momento de oración comunitaria.

El salón de actos estaba lleno. Cada comensal participó con un donativo de 5 euros, y en algunos casos se recibieron también donativos de algunos feligreses que no pudiendo asistir, querían colaborar también en esta importante lucha contra la hambruna.

El acto fue preparado por los muchachos y muchachas de  Confirmación, ayudados por sus monitores.

Se empezó con una presentación de Power Point titulada UN MUNDO, DOS CARAS,  preparada por ellos, en la que a la izquierda de la diapositiva figuraba nuestra situación y a la derecha, la otra cara de los que no tienen ni siquiera para comer.

Lentamente, mientras iban pasando las diapositivas, Pedro iba leyendo, mientras los presentes reflexionábamos sobre ello.

Se incluyen aquí las fotografías de las diapositivas, aunque más abajo figura el enlace desde donde puede descargarse todo el Power Point.

Pinchando debajo, se puede descargar la presentación completa en formato Power Point:

Presentación

Acabada la presentación, se siguió el guión del folleto que se repartió a todos los presentes y que puede descargarse más abajo. En primer lugar , figuraba el Evangelio según San Mateo, que fue leído por los muchachos:

Del Evangelio según San Mateo (Mt 14, 13-21):

Al enterarse Jesús se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto.

Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados. Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren comida». Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer». Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces». Les dijo: «Traédmelos». Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.


Siguieron unos momentos de reflexión con las siguientes cuestiones:

Cuando los discípulos vieron la situación, pensaron que no podían ni tenían por qué hacer nada y le pidieron a Jesús que despidiera a la gente.

¿Qué les dijo Jesús?

¿Qué creéis que nos dice ahora a nosotros después de haber visto la situación de las personas que han aparecido en la presentación?


Sonó a continuación el precioso canto  LAS OTRAS VOCES de Luis Guitarra:

 CANTO:

Nos amenazan con que será muy duro,

con que no habrá bastante

porque seremos muchos.

Y nos esbozan un mundo dividido:

“a un lado los que sobran,

a otro los escogidos”

Que “los del Norte” se sientan más seguros,

viajen en lindos coches

y mimen a sus hijos.

Y allá en el Sur que cuiden de lo suyo;

que no nos pidan tanto,

que ya nos deben mucho.

Nos profetizan desde el imperialismo,

crisis en los mercados

y años de escepticismo.

Para que el Norte remonte el fin de siglo

se han de seguir las normas

(que dictan ellos mismos).

Y allá en el Sur, cien millones de niños

padecen las secuelas

del hambre y del olvido.

 

PERO AÚN QUEDAN UNOS POCOS

QUE DICEN QUE NO ESTÁN DE ACUERDO.

Y RESISTE QUIEN PREFIERE

LA LUCHA A LA DESIGUALDAD.

DÍA A DÍA, CODO A CODO

HAY GENTES CON LOS MÁS PEQUEÑOS

DERROCHANDO SOLIDARIDAD. (BIS)


TODAS LAS PERSONAS, sin excepción, tenemos derecho a una serie de cosas necesarias para tener una vida buena, para vivir con dignidad. Pero ya has visto que, por desgracia, no siempre se cumplen los derechos humanos (derecho a la alimentación, a la salud, a la educación, …. ).

GESTO: Levántate y busca algunos de los derechos del hombre en esta sopa de letras. Derecho: obligación con nuestros hermanos.


Hablar sobre todo esto es muy bueno, porque así vamos conociendo lo que pasa en nuestro mundo y nos concienciamos. Pero, ¿es suficiente con hablar?

¡NO!

¿Qué creo que me está pidiendo Dios que haga?

¿A qué me voy a comprometer?

Solemos escuchar que nosotros solos no podemos. Pensar así, puede hacer que nos rindamos antes de hacer nada.

SOLO CON NUESTRAS FUERZAS NO PODEMOS, PERO, TENEMOS A DIOS DE NUESTRA PARTE. Debemos ayudarle a construir un mundo justo y feliz.


A continuación todos cantamos el TUYO SOY de Luis Alfredo Díaz:

Tuyo Soy 

Yo no soy nada y del polvo nací

pero Tú me amas y moriste por mí.

Ante la cruz sólo puedo exclamar:

tuyo soy, tuyo soy.

Toma mi mano, te pido

toma mis labios, te amo.

Toma mi vida.

Oh Padre, tuyo soy, (tuyo soy).

Cuando de rodillas te miro Jesús

veo tu grandeza y mi pequeñez.

Qué puedo darte yo, todo mi ser,

tuyo soy, tuyo soy.


Rezamos todos el PADRENUESTRO y terminamos con la oración final y la bendición de la mesa, que rezamos todos juntos:

ORACIÓN FINAL

Señor Jesús, Tú siempre hiciste que quien se acercaba a Ti se sintiera mejor, reconocías su dignidad y le tratabas como hermano tuyo. Les hablabas con cariño y respeto, ¡para ti eran iguales! Y ahora lo sigues haciendo. Sabemos cuánto nos quieres y nos respetas a cada uno, aunque seamos tan distintos. Así queremos vivir nosotros, ayudando a todas las personas a sentirse dignas y queridas. Ayúdanos a ser valientes y a tratar siempre bien a los demás. Que nunca nos rindamos y luchemos juntos por un mundo más justo, un mundo que sea como Tú lo has soñado. AMÉN

 BENDICIÓN DE LA MESA

Bendice, Señor, esta mesa para que el uso de estos alimentos que necesitamos consumir nos haga más fuertes para conseguir los bienes de tu Reino y tu justicia para todos, especialmente para los hambrientos de nuestro mundo.

Señor Dios, tu nos llamas por la boca del hambriento; ayúdanos a responder con generosidad al clamor de tu voz, compartiendo todo lo que somos y tenemos con las personas que pasan hambre. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.


Pinchando debajo se puede descargar en formato pdf el folleto con el guión del acto:

Folleto con el guión del acto


Finalmente, con gran fraternidad, mientras departíamos sobre los asuntos que nos interesaban,  procedimos a comer el bocadillo de pan, aceite y sal, al que algunos añadieron pimentón, para finalizar la cena con una suculenta naranja, todo ello perfectamente preparado y aderezado.