DURANTE ESTOS DÍAS Y SIEMPRE, ENCARGAD MISAS POR VUESTROS SERES QUERIDOS DIFUNTOS.
OFRECER UNA MISA POR UN SER QUERIDO DIFUNTO, ES PEDIRLE A DIOS QUE APLIQUE LOS FRUTOS DEL SACRIFICIO DE SU HIJO, PARA SU SALVACIÓN. ELLOS NECESITAN DE NUESTRA ORACIÓN, Y NOSOTROS DE SU INTERCESIÓN. ELLOS CERCANOS A DIOS, PUEDEN REZAR E INTERCEDER ANTE ÉL, POR TODOS NOSOTROS QUE REZAMOS POR ELLOS.
COMO DICE EL EVANGELIO, EN LA MEDIDA QUE CADA UNO EMPLEA PARA DAR A LOS DEMÁS, ESA MEDIDA SE EMPLEARÁ PARA DARLE A ÉL.