VIGILIA DE ORACIÓN POR EL PADRE DAVID Y CENA DEL HAMBRE DE MANOS UNIDAS (Por Tomás Ibáñez)
El pasado viernes 10 de febrero , después de la Santa Misa por las Misiones, nos dimos cita en los salones de nuestra parroquia de Santa Teresa de Jesús para sumar nuestra pequeña contribución en el día del “Ayuno voluntario y cena del hambre”, enmarcado dentro de la campaña que viene celebrando la Organización Católica Manos Unidas cada segundo domingo de febrero. El lema en este año de dicha campaña, es: «Frenar la desigualdad está en tus manos»
¿Qué es la cena del hambre?
Una fiesta en la que se convoca a una cena, que se paga como tal, pero que consiste en una pequeña comida frugal, de forma que lo recogido sea destinado a un proyecto de cooperación y de la lucha contra el hambre.
Manos Unidas hace suyas las palabras de Jesús: “Tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber”.
Manos Unidas nos invita a ser conscientes de la gran desigualdad vital de quienes compartimos mundo
En el siguiente enlace, tenéis toda la información referente a la campaña de este año, y video oficial de la campaña 2023.
https://www.manosunidas.org/campana/campana-2023-frenar-la-desigualdad
Si se quiere acceder directamente al vídeo:
Este año, y enmarcados ya dentro de la celebración de los 25 años de la dedicación del templo parroquial, y coincidiendo con el 25 aniversario del fallecimiento de nuestro querido amigo, el sacerdote Fray David María Vaquer, de la orden de nuestra estimada familia de los Siervos de María (OSM), comunidad religiosa que llevó adelante el mantenimiento de nuestra comunidad parroquial, hasta el relevo con D. José Antonio Todolí, hemos querido personalizar esta cena del hambre, rindiendo un pequeño homenaje o recordatorio a nuestro querido David.
Si me permitís extenderme un poco, conocí a David, sobre 1980; tendría sobre los 14-15 años, edad, como pueden intuir, un joven, digamos, es fuertemente llamado a “otros menesteres” como puede ser salir con los amigos, ir de discoteca, de fiestecillas, salir con chicas…
Mirad… esta persona, supo estar junto a los jóvenes que por aquellos años andábamos por la parroquia, y logró influir de tal manera en nosotros, que todavía la gran mayoría, seguimos trabajando y/o colaborando en ella. Sin duda, supo poner en nuestro camino una manera de acercarnos y conocer la dimensión del mensaje de Jesucristo.
Años después, un día, nuestro querido David, nos comentó que se marchaba a Mozambique, como misionero… Sabéis, que durante muchos años, los únicos contactos que se tenían en muchas escuelas sobre las misiones, eran aquellas huchitas que representando “chinitos y negritos” te ofrecían para salir por el barrio a recaudar aportaciones por el “Día del Domund”… claro, nos venía de categoría poder disponer de un día en el que te pelabas las clases…
Con esto, quiero decir, que esta persona, nos acercó de repente a África, a Mozambique. Nos lo situó en el mapa, y con ello también nos acercó las miserias y necesidades que se pasaban en aquellos países, con tan escasos medios pero con todos los males y penurias que te puedas imaginar. Hizo surgir en esta parroquia un compromiso fuerte de colaboración y aportación a este llamado tercer mundo, manteniendo con esta comunidad un sensacional trasiego de sentimientos que desembocaron en el nacimiento de nuestro grupo de animación misionera, el GRAMM, grupo que si me permiten decirles, eran grandes misioneros también, pues consiguieron colaborar siempre con los proyectos solicitados desde Mozambique, pese a que incluso aquí estábamos también muy liados con la construcción del nuevo templo parroquial, y las necesidades económicas, eran muchas.
El acto de la cena, en sí, consistió en presentar la campaña 2023 de Manos Unidas, después de escuchar un breve montaje musical con uno de los temas del músico Luis Guitarra, que nos vino muy bien para enfriar las conversaciones que siempre se crean en estas reuniones. Presentamos la campaña, hicimos una pequeña Oración, escrita por el padre Casaldáliga, e introdujimos el video, en esta ocasión de Obras Misionales Pontificias, que justo se rodó en Mozambique el año en que falleció nuestro querido Fray David. Afluyeron los sentimientos y viejos recuerdos, al leer una de las cartas que durante años mantuvimos con David, a modo de despedida. Visualizamos también unas cuantas fotografías, y con las manos unidas, oramos juntos el PADRENUESTRO, por David, por todos los misioneros, y por todos los necesitados de la tierra.
A continuación y tras la bendición de una sencilla mesa, por parte de nuestro párroco Don José Antonio, cenamos todos juntos, y hablamos como una gran familia.
No quiero extenderme más. Concluyo agradeciendo al más del centenar de personas que coincidimos en esta cena, a la familia del Padre David, que también quiso acompañarnos, y estoy seguro que desde donde está, esta querida persona, sigue estando agradecida por todo lo podáis aportar a los más desfavorecidos, no solamente en Mozambique, sino en cualquier lugar donde hiciese falta ser fraterno y solidario.
En la siguiente dirección podéis visualizar el video recuperado de Obras Misionales Pontificias.
https://1drv.ms/v/s!Apoa5K0DwoYjkw4SmQkK2_ClUHdy?e=rJ6SeV
Por si tuvierais problemas en esta dirección, se puede ver también, pinchando abajo.
Adjuntamos también el archivo leído como despedida (cartas desde Matola). Esta carta, aunque lleva fecha de 2008, simplemente, fue el año en que editamos las recopilaciones de cartas que habíamos mantenido varias personas durante su estancia en Mozambique, y que reescribimos a título póstumo, recogiendo el espíritu de todas.
CARTAS DESDE MATOLA
Valencia, febrero de 2008
“Hola a todos, yo estoy en forma y muy animado, por aquí las cosas no son fáciles, pero a mi me gustan estas situaciones que no ofrecen éxitos fáciles ni escaparates para lucirnos.
Procuro darle el mayor sentido a mi presencia aquí; prefiero comunicar con mi modo de actuar, como entiendo yo el servicio a los hermanos y quienes deben ser nuestros preferidos; los más necesitados. Quizá sea este el mejor mensaje que estoy dando, porque creo que es tiempo de Vivir y Trabajar, de decir menos palabras y de comprometer más nuestra vida, esto me parece más honrado que hacer grandes discursos que después estoy lejos de llevar a la práctica, porque es más importante la vivencia de Dios, que hablar mucho de Él.
La verdad es que en ocasiones las dificultades son muchas, pero sé que no he venido aquí para ser espectador del sufrimiento de los demás, a fin de cuentas, estamos llamados a hacernos presentes entre el mayor numero posible de hermanos que necesiten de
nuestra solidaridad, y lo cierto es que El Señor se hace presente de un modo especial en estas situaciones; yo espero que Él me ayude a superar mis muchos límites y que mi trabajo sirva para ayudar a mis hermanos mozambiqueños, aunque yo no lo vea. Al menos aquí la gente sabe que no ha sido abandonada y que Jesús continua estando entre ellos, aunque para ello se sirva de alguien lleno de fallos, flaquezas e imperfecciones. Hay que despertar la solidaridad con los más débiles, si queremos dar sentido evangélico a nuestra fe y a nuestra vida, y así conseguiremos que la comunidad cristiana sea un signo de amor y esperanza; a fin de cuentas es nuestra obligación como cristianos, el defender la dignidad del hombre a la luz del evangelio.
A pesar de todo esto que os digo, quiero que tengáis presente que la misión no es un lugar romántico ni poético, sino un lugar donde uno, aunque este exhausto, no se puede permitir el lujo de desfallecer; hay que desmitificar la figura del misionero y descubrir que somos gente normal, que con lo bueno y lo malo que cada uno tiene, luchamos por servir lo mejor de que somos capaces, a quien tiene sed de justicia, de solidaridad y de dignidad. De todas formas, tened presente que para ser misionero, no se necesita estar en tierras de misión, porque es el corazón lo único que realmente cuenta.
Por todo esto, os pido que no dejéis nunca de rezar por este pueblo mozambiqueño y por todos los que viven situaciones semejantes, porque para los misioneros la oración de nuestros hermanos es fundamental, porque es la que nos sostiene y la que compensa nuestros límites personales, y la que nos hace esperar el milagro de la paz para el mundo. Que la oración sea vuestro primer objetivo, porque aunque todo lo demás es también importante, sin ella perdemos lo que da sentido a nuestros esfuerzos, la Fe y la Esperanza en un cambio radical del corazón del hombre, porque a fin de cuentas, no podemos dejar a Dios al margen de nuestra historia.
Antes de despedirme, quiero deciros que os estamos muy agradecidos por todo lo que hacéis, os sentimos muy cercanos y os consideramos parte esencial de nuestra misión, sabemos que sois vosotros los que estáis haciendo palanca con vuestra oración y vuestra cercanía, para que continuemos caminando. Además yo me siento pecadoramente agradecido de que seáis de la parroquia de Sta Teresa de Jesús, esa parroquieta a la que tanto quiero gracias a vosotros y en la que tanto os di la lata en mis últimos nueve años en España.
Gracias a todos, de todo corazón y espero que continuéis rezando y que sigáis estando tan cercanos como hasta ahora, porque realmente os necesitamos.
Hasta siempre.
Fr. David M. Vaquer”
Adjuntamos a continuación varias de las fotos del evento.